Existe una leyenda detrás de la construcción de este conjunto religioso, al que haremos mención, del documento hallado en archivos de la Parroquia, siguiendo la leyenda se cuenta que:
«Refieren los manuscritos que Don José Fernánddez Campino y Erazo, oriundo de Santiago de Chile capitán del ejercito veterano de Valdivia ultimo Corregidor propietario por merced de su majestad de las Provincias de Chumbivilcas y Condesuyos, resultó comprometido como revolucionario meses antes del 8 de Setiembre de 1782, comenzando su calvario.
Agentes del Gobierno e indios lo buscaban activamente con el debido proposito de entregarlo al tribunal que deberia sentenciarlo a Prisión prolongada, deportación o fusilamiento. Con tal motivo los comisionados dispersos por el pueblo de Livitaca y sus alrededores ocuparonse a buscarle, a Fernández Campino, quien huyendo de ellos escondiese en una choza de una pobre mujer en la que había una efigie de la Virgen de NATIVIDAD, el reo del estado cae de hinojos delante del empolvado lienzo y lleno de fervor religioso hace a la Sagrada Imagen esta breve suplica; ¡VIRGEN MARIA, AMPARO DE LOS DESVALIDOS AUXILIADME DE ESTE TERRIBLE TRANCE!, no bien termino su plegaria, cuando los soldados seguidos de numerosos grupos de indios, presenta en la choza, alumbrados por la inmensa luz que proyectaba un farolón, entonces Fernández Campino temblando implora mentalmente la protección Divina, por interseción de MARIA SANTISIMA, vertiendo copiosas lagrimas Fernández Campino inmóvil en un ángulo del cuartucho, sus perseguidores salieron y entraron de la citada choza sin verlo. ¡Estupendo prodigio! Nuestro héroe de rodillas daba gracias al cielo de haberlo salvado de tan grave peligro. Acto continuo acontece nueva maravilla la Madre de Dios le dirige estas palabras: «HIJO MIO ESTAS LIBRE DE TUS ENEMIGOS Y SEGUIRE LIBRANDOTE DE ELLOS A CONDICION DE QUE CORRIJAS TU VIDA Y ME DEDIQUES UN templo en el sitio denominado HUAMPO HUAMPO».
Como es de suponer el portentoso suceso causole profunda emoción a Fernández Campino acudió ante el Párroco de Livitaca hizo confesión de sus culpas y relato los milagros que habia presenciado.
Sus perseguidores cansados de tanta búsqueda alejaronse, mientras Fernández Campino, tomo la resolución de dirigir la mistica empresa de ejecutar el Santuario.
Y fue así, previo acopio de materiales comprado con su propio dinero para continuar con si interrumpida empresa, en cuyas circunsatancias llegaron un par de indios collavinos a Livitica y ofreciéndoles su mercadería para vender. Así Don José tomo un saco ofreciéndolo pagar a los dos meses, propuesta que fue aceptada por los vendedores.
Pasaron los meses y preocupado Fernández Campino ante la necesidad de la mercadería abrió los sacos y para sorpresa de el estas no contenían ningún producto comestible sino eran oro y plata de fina calidad, el cual no fue reclamado, allí comprendió nuestra héroe que era un mensaje más de la Virgen Natividad, para concluir su Capilla. Así lo hizo quedando reconocido posteriormente con la Bula Papal, el Santuario de Huampo-Huampo.
De acuerdo a los datos hallados en el Libro General de las Propiedades de la Virgen de Huampo Huampo de 1893 y la Bula papal del Papa Pío VI del 12 de Agosto de 1785, la Capilla en estudio, habría sido construida en 1785 siendo su promotor el corregidor español Tomás Fernández Campino, proveniente e territorios sureños (hoy Chile) que en agradecimiento dispuso la construcción del Santuario con advocación a la Virgen de la Natividad, para que en ella se lleven a cabo todos los sábados, misas para toda la feligresía de la zona. Se encuentra ubicado frente a un peñon, asociado a un centro ceremonial pre hispánico con repositorios funerarios y un pozo de agua, en el que según la tradición oral del lugar, se hunden las cosas que caen en él, siendo tragadas literalmente por dicho pozo, asignándole por tanto carácter mágico religioso; siendo posiblemente ésta la razón del nombre de Huampo.
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